miércoles, 2 de abril de 2008

Salmón con Alcaparras


El fin de semana que pasé en Ensenada, BC aparte de la humillación de las galletas de mantequilla, me enseñaron la manera más sencilla de cocinar salmón con alcaparras.

Primero pasamos el día en las segundas de los Globos, donde me compre un par de fabulosos cojines morados con cascabeles en las puntas. Encontré un molde de cobre perfecto para la botana: Bavaresa de Atún y desayunamos unos sopes del tamaño del plato, nada que ver con aquellos chicos y discretos con los que yo crecí. Llegamos a casa, se les dio de comer a Frodo y Sam, los amores de Yukiko y su esposo Hector, luego nos pusimos a cocinar.

Sentí un alivio cuando vi que mi amiga y anfitriona Yukiko sacó los filetes del congelador, conociéndola ya se me hacía que nos subía a la lancha para pescar nuestra propia cena. Me la imaginaba echando la red al mar, llegando a casa para limpiar y destripar el pez frente a la tele y de una manera muy atenta ordenándome a que hiciera lo mismo. Pero no.

Apunté lo mejor que pude, esta un poco desordenado, tuve que adivinar algunas cosas pero esto se cocina asi:

En un sartén se pone a calentar a fuego lento aceite de oliva, una cucharada mas o menos.

Ya caliente el aceite se coloca el filete de salmón que fue preparado con limón, sal y pimienta, al gusto y ajo picado. Se tapa y se deja hasta que cambié a un color rosa pálido, se voltea el salmón y con esto, tuve un poco de dificultad así que hay que tener cuidado de agarrar el filete completo con la espátula porque es tan suavecito que fácilmente se desprende. En unos minutos esta listo, no se separen de la estufa.

Se le agrega vino blanco ya casi al final, ya que el alcohol se evapora rápidamente. Yukiko tiene buen brazo para el vino, con la energía que le vaciaba el vino al salmón me hizo sospechar de esas noches largas en la oficina. Total, se agrega vino blanco sin miedo.

Minutos antes de servir se le coloca pedazos de queso y se deja hasta que se derrita, puede ser: Monterrey Jack, Mozarella o lo que usamos en esta ocasión, queso Chihuahua. Se colocan alcaparras encima. La verdad no me acuerdo si las colocamos afuera del sartén o dentro, ahí le calan ustedes. Se sirve inmediatamente.


Comimos muy rico, el salmón estaba suavecito y jugoso, no había necesidad de usar cuchillo. Las alcaparras le dan un sabor saladito y poquito agrio contrastando perfectamente con lo suave y cremoso del queso. Yukiko lo acompañó con arroz blanco y una ensalada. Con una cena tan rica y fresca ya estoy lista para el verano. Como se había dejado la botella de vino afuera nos servimos una copa y dijimos ¡salud! Fin de semana en Ensenada, a very good thing como diría Yuki... a no!…Martha! Se me confunden.

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