domingo, 22 de noviembre de 2009

Gelatina de Fresa con crema agria

No me voy a disculpar por no haber escrito antes, no voy a inventar un accidente o exagerar mi remordimiento. Take me as I am, my bitches!
¿Muy fuerte? Empiezo.

¡Nunca! ¡nunca! se enfermen y vuelvan a la casa de la cual salieron corriendo. Estuve una semana a la merced del par de viejitos que por lo general están a la merced mía. Dios mío no sabía si estaba alucinando por la fiebre o porque me estaba volviendo loca.
Esta es la situación en esa casa:
El Señor casi no oye y la señora casi no entiende. Si alguien suelta un grito a media noche el que puede ayudar no logra escuchar y la que escucha no puede ayudar.
¿Cómo le hago pues?

Y ¿qué hay de comer en una casa de viejitos? Pollo hervido y papa hervida. Los sábados llega la hija favorita con una caja de donas…Donuts are the devil! Por lo tanto decidí hacerme una gelatina de fresa porque estaba enferma y los enfermos comen jello.

Claro, ésta gelatina no era la típica aburrida que te lleva la enfermera. Lleva una capa de crema agria en medio de la gelatina y sabe a pecado de lo rico que esta, ya sé que estoy hablando de una gelatina pero vale la pena hacerla. Se sirven un plato de gelatina y se sientan enfrente de la tele.

Eso hice yo, horas enfrente de la tele, lo que paso fue que me obsesioné con “The Rachel Zoe Proyect”, la estilista de las estrellas que pesa como 70 lbs. Con un pelucón enorme de pelo güero y lentes que le tapan la mitad de su cara. ¡Fabulosa! La verdad es que no puedo decidir si es más divertido burlarme o endiosarme de la serie. Es una línea borrosa entre pena ajena y “yo quiero estar ahí”.

Definitivamente en ocasiones se vuelve una comedia, estaba a las carcajadas cuando hacen llorar a Brad, el asistente (por supuesto gay) de Rachel. Llora y renuncia en la recámara de Rachel Zoe, llora en la cocina de Rachel Zoe, muy dramático, muy intenso.
http://www.youtube.com/watch?v=s_BXg5ssKUw
http://www.youtube.com/watch?v=_0GtnvfkDTg&feature=related

Y como hablan con un acento pausado y sus palabras acortadas y marcadas: “Li-teral-mente me… mue-ro” dice Rachel. Pues no creo que LITERALMENTE se esté muriendo ¿verdad?
Brad y su frente con intensas curvas, yo conté como 7 allá arriba. Taylor una ridícula amargada “O-dio mi tra-ba-jo” “Pre-fiero dar-me un ba-la-zo”, todos se la pasan diciendo “Oh” pero tienen que formar una perfecta “O” en la boca y un poco apretada para poder pronunciarla como ellos.
“Ba-na-nas”.

Gelatina de fresa

Ingredientes
1 caja grande de gelatina de fresa
1 lata de 8 1/3 oz. de piña molida
1 caja de fresas congeladas
2 tazas de agua caliente
Crema agria, la necesaria (se le va untar una capa delgada, yo me emocione y le puse casi todo el bote, menos es mejor)

Modo de prepararse

1.Se pone a hervir el agua. Se disuelve la gelatina en el agua caliente, se le agregan las fresas, de preferencia descongeladas. Se agrega la piña molida y se revuelve todo.
2.La mitad de la mezcla se pone en el molde y se mete al refrigerador hasta cuajar. La otra mitad se deja afuera cuidando que no cuaje.
3. Cuando la mitad que está en el refri se ha cuajado se le unta una capa de crema agria, esparciendo como si se estuviera embetunando un pastel.
4. Ya que se extendió bien la crema agria, se le agrega la mitad de la gelatina que se dejo fuera y se vuelve a meter al refrigerador hasta cuajar.
5. Al servir se procura que el pedazo vaya con las dos gelatinas y en medio la crema.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Gazpacho


Los tengo totalmente abandonados. Lo siento, mil disculpas el calor me trae mareada. Pero el recibir comentarios en mi blog siempre siempre, siempre me pone de buen humor. Y saber que empieza a trascender generaciones como es el ejemplo de Mariela, hija de mi amiga Karina, pos ¡uff! me siento soñada.

Así que ‘ay vamos de nuevo, y empezamos con lo bueno, lo malo, lo alegre y lo infeliz, la gloria y el infierno del verano. Como de niños en verano jugando a las escondidas a media noche porque ni mañana ni pasado mañana había escuela.

La gloria y el infierno.

La gloria es la primera mañana que te llega el rico olor a verano y sientes el sol en la cara.
El infierno es sentir las gotas de sudor que corre por mi nuca porque me toco manejar el carro que no tiene aire acondicionado.
Tengo poco pelo así que ya se imaginarán como me veía cuando llegué con mis gajos de cabello mojado a la oficina. Parecía loca, desintoxicándome de una mala dosis de heroína, mechones de pelo sudado brotando de mi nuca ¡jamás me he visto tan repulsiva!
Todo glamour o mejor dicho toda prudencia (porque a quién trato de engañar con eso de glamour) salió por la ventana. Mi compañero de trabajo nomás pelaba los ojos. Qué pena.

La gloria es la primera cerveza al aire libre a media noche en el bar que sea. A las carcajadas con tus amigos como si los años no hubieran pasado.
El infierno es ver de reojo las cucarachas gigantes, sin poder moverte y un poco mareada porque te volaste con las cervezas. Ya no aguantas como antes.

La gloria es por fin tener una razón legítima de hacer una carne asada. El olor a carbón, guacamole con cilantro y ¡elotes asados!
El infierno es saber que la máxima emoción que vas a tener ese verano son los elotes asados.

La gloria es paletas de hielo que te pintan la boca roja.

La gloria es Granita de Sandia. (Chequen el link! http://magdalenamiranda.blogspot.com/2008/06/granita-de-sandia.html )
Es un Latte a las rocas.
Es ¡Gazpacho!

El infierno es tratar de que todo quepa en la licuadora, no cabe se tiene que hacer en dos partes. Después lo revuelves todo en el tazón, no pasa nada. Lo que le da sazón es el vinagre de vino tinto y la pimienta, siempre le pongo un poquito más de lo que dice la receta. La saque hace años del periódico Reforma y esta muy rico.
No me gusta el jugo de tomate pero el gazpacho es diferente, con lo picosito y agrio es muy refrescante para el verano. Me siento como Pepa pero sin el drama en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" de Pedro Almodovar. No se compara al simple jugo de tomate, además que una receta que dice “echa todo a la licuadora y sirve” esa es la gloria para mí. ¿Qué más se puede pedir con tanto calor?

Gazpacho

Ingredientes
1 kilo de tomates maduros, picados
1 pimiento morrón rojo
1 pepino pelado y sin semillas
1 cebolla blanca pequeña
1 diente de ajo
1 taza de jugo de tomate
¼ de taza de vinagre de vino tinto
3 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Crutones para decorar

Modo de prepararse
1. Licuar todos los ingredientes sólidos, agregar el jugo de tomate, el vinagre, aceite y mezclar perfectamente. Sazonar al gusto.
2. Pasar la mezcla por un colador, vaciar en un tazón y cubrir con plástico. Dejar en el refrigerador por una noche.
3. Servir en frío acompañada de crutones.

miércoles, 5 de agosto de 2009

El brownie perfecto


No hay nada más peligroso que una charola de brownies viéndote desde la cocina a las 2 de la mañana. Les juro que podía escuchar el canto de sirena llamando mi nombre: “Maaagdaaaa” “Maaagdaaa, ven a miiii”. Me levante de mi cama sin pensar, solo viendo ese cuadro de chocolate con una que otra pizca de nuez, su capa de chocolate quebrada y crujiente en las orillas, su centro, un cojín suave de chocolate.

Quedamos frente a frente, yo inmóvil viéndolos fijamente, ellos con la seguridad de ser deliciosos, no bajaban la mirada. Ah! Saber el poder que tienes sobre la gente ha de ser increíble. Uno. Dos. Tres brownies en un par de minutos…..creo que perdí el conocimiento porque lo que recuerdo después es la leche fría en mis manos.

No hay nada más peligroso que una charola de brownies llamándote a las 2 de la mañana, hasta que te topas con Pepito.

Pepito es un french poodle blanco, dueño de Cristina. Él manda, Cris solo sugiere nunca se atreve a ordenar, por lo general Pepito la ignora. Decenas de anécdotas flotan en las reuniones de Cris, Pepito siempre es la estrella de x o y historia. Y su insolencia me parecía chistosa hasta que me toco a mí.

La tarde del sábado Pepito y Cristina fueron los anfitriones de una carne asada, no sabía que llevar así que decidí ir al mercado y ver que ingredientes encontraba, una bolsa de chispitas de chocolate me guiñó el ojo, Brownies -“fácil” me dije.

Era la primera vez que hacía brownies con receta y no de caja, como en los pasteles de caja solo le agrego el aceite y los meto al horno. Esta vez no, medí la harina, conté las yemas de huevo todo el kit. Fue bastante sencillo, el secreto está en batir varios minutos con la batidora eléctrica la mantequilla, que quede esponjosa, cremosa. Como siempre le batallé al derretir el chocolate. Eso de los baños marías no mas no me van. Pero con la llama baja y con un traste resistente que no se reviente con la temperatura elevada.
Y como siempre me quemé y deje mucho tiempo los brownies en el horno, se quemaron también.

Llegue orgullosa con mi plato festivo lleno de brownies en forma de pirámide uno encima del otro. Una orgía de chocolate y nuez. Orgullosamente deje el plato en el comedor, la hora del postre estaba por llegar. Y yo recibiría los halagos, los comentarios de sorpresa de: “¿Cómo los hiciste?”, “¿Por qué te salen tan ricos?” Blah Blah Blah, “Eres un genio” “Uun master en la cocina” etc. Vivo para esos momentos, es mi única alegría en esta vida. Necesito que constantemente me digan que esta delicioso o si no me siento. Soy muy sentida, muy sentida, soy una delicada flor.

Jajaja Jijiji, todo iba muy bien, yo le estaba dando la espalda a la mesa del comedor, pero algo me hizo voltear y ahí fue cuando lo vi. Pepito sobre la mesa con el hocico pegado a mi plato.


-¡Agh! ¡Cristinaaaaa, Pepito se está comiendo los brownies! ¡Cristina noooooo!- con el brazo dramáticamente extendido, como si rayos pudieran disparar de mi mano.

Salió Cristina disparada, ligera como una pluma, se lanzó al comedor a bajar a Pepito de la mesa. Este por supuesto no entendía la conmoción, con un brownie todavía en el hocico su expresión parecía decir: ¿Qué paso? ¿Cuál es el problema aquí? ¡Tengo ganas de un brownie! ¿Qué te pasa? Esta es Mi casa.

Una anécdota más sobre Pepito González Madín para el repertorio de Cristina. Dijo estar apenada pero en sus ojos pude ver el orgullo y el increíble amor por la travesura de su mascota. Jamás entenderé esas relaciones entre amo y perro. Pero les aseguro que es la última vez que pongo un platillo sobre esa mesa.


Brownies

Ingredientes
18 cucharadas de mantequilla (2 barras, más 2 cucharadas)
12 onzas de chispas de chocolate
½ taza de harina blanca
1 cucharadita de polvo de hornear
3 huevos
1 ¼ de taza de azúcar morena clara
1 ¾ de taza de nueces, cortadas en pedazos

Modo de prepararse
1. El horno a 325 grados. No hay otra palabra: embarra una charola (7” x 11 ½”) con mantequilla, después con papel encerado cubre la charola y de nuevo embarra todo con mantequilla. Con esto no hay pierde. Dejar a un lado.

2. Combina mantequilla y chocolate y derrite en baño maría. Se aleja de la lumbre y se deja enfriar. En un bol cernir la harina y el polvo de hornear, dejar a un lado.

3. En otro bol con la batidora eléctrica batir huevos hasta que la mezcla cremosos y espesa, como 5 minutos. Gradualmente incluir la azúcar. Continúa batiendo la mezcla de los huevos y azúcar hasta que se vea espesa, con la consistencia de un mousse. Después alternando entre chocolate y harina se empiezan a incorporar a la mezcla. No batir mucho, solo lo suficiente para que se vayan incorporando los ingredientes. Con una espátula se agregan las nueces.

4. Vaciar la masa en la charola y se deja en el horno entre 40 y 45 minutos. La consistencia debe ser tipo pastel, con el centro blandito.

5. Se dejan enfriar. Se puede sacar de las orillas del papel encerado y cortar en recuadros.
Se acomodan en un plato y se le sirven a Pepito.

domingo, 5 de julio de 2009

Crumb cake

Podría sentarme aquí frente a la hoja en blanco y mentir. Mentir y decir que fabulosa receta increíble pastel de café…pero ¿para qué?
Podría decir que la culpa la tiene el viejito que me presta el horno, con sus incesantes preguntas:

Viejito -¿Cómo se dice árbol y el número tres en inglés?
Pronuncio las palabras en inglés.
Viejito –“A ver, otra vez”
Pronuncio de nuevo las palabras en inglés.
Viejito – ¿Cómo?
Pronuncio las palabras en inglés por tercera vez.
Viejito –“No. Yo no oigo nada, ¿En dónde está la diferencia?
Yo –“Es casi igual no mas apréndete una palabra y en el contexto que las uses se entenderá lo que quieras decir”
Viejito – “A ver, dilo otra vez”
Pronuncio las palabras, cada vez que lo hago debe ser firme, claro y fuerte porque el viejillo esta sordo de un oído.
Hay un momento de silencio mientras trata de entender la pronunciación del inglés. De repente levanta las manos y dice mientras se sale de la cocina:
- “Yo no oigo ni madres”

Pero no, el anciano no tuvo la culpa, fue mía, la mensa fui yo, no sé leer.

El domingo por la mañana empecé con antojo de algo dulce, y en lugar de ir por unos gansitos me fui a la cocina a hornear un pastel que los gringos llaman “Crumb cake”. Ese pastel que tiene una serie de grumos de azúcar morena encima del panecito, tenía la receta pero nunca la había hecho, vamos a ver cómo me fue.

Fue bastante sencillo, todo iba muy bien, como toda una doña me movía por la cocina, me deslizaba con gracias con cuchara en mano, con una media vuelta prendía el horno, con otra media vuelta regresaba a la masa. ¡Uff! ¡Discúlpame!

Llegué al momento en donde se derrite la mantequilla para hacer los grumos de azúcar morena, eso que lo hace el pastel delicioso o agonizante como es mi caso.

Hay dos etapas en esta receta, primero se hace la mezcla del pan, es una cantidad pequeña, se distribuye en la charola. Después, se hace la mezcla de azúcar morena y mantequilla con un poco de harina, para esto se debe derretir 2 tazas de mantequilla en baño maría, el resultado no es bonito, sopa de mantequilla no es agradable. Especialmente cuando en realidad es 1 taza de mantequilla. Ese fue mi error, le puse 2 tazas en lugar de una, no leí bien la receta y por sentirme muy chicha en la cocina pague las consecuencias.

Se formo una capa delgada de pan lo más probable es por el peso enorme de los grumos. Al sacarla del horno, como pueden apreciar en la foto los pastelitos se ven muy bonitos, pero al tomarlos se sentía pesados y había un capa delgada de pan una capa gruesa de azúcar morena como arena mojada (de mantequilla) y otra capa gruesa de grumos con azúcar glass encima por supuesto ¡hay que seguir agregando las capas!

Me dieron desconfianza. Me le quedé viendo a un pastelito, lo estudié y me lo eche con ganas a la boca. No hice pausa, no terminé de masticar, órale vámonos al estómago. Y ahí se quedo. Por horas. Me podía mover pero una inmensa bola de mantequilla estaba inmóvil dentro mi. Me fui deslizando lentamente al piso y en posición fetal ahí me quede un buen rato, escalofríos combinados con una que otra patada de dolor en mi vientre. El alien a punto de brotar de mi estómago.


¿Cómo se dice mátame en inglés?

Crumb Cake

Ingredientes
2 cucharadas aceite canola, y más para la charola
4 tazas de harina blanca, y más para la charola
½ taza de azúcar granulada
2 ½ cucharaditas de polvo de hornear
½ cucharadita de sal
1 huevo grande
½ taza de leche
2 cucharaditas de vainilla
1 taza de azúcar morena
1 ½ cucharadita de canela en polvo
1 taza (2 barras) de mantequilla, se derrite y dejar enfriar
Azúcar glass

Manera de preparar
1.Se prende el horno a 325 grados y se coloca la reja al centro. Se rosea de aceite una charola de 9 x 12” con un poco de aceite canola, se polvorea con harina y se agita hasta cubrir toda la charola. Se vacía el exceso.
2. En un bol mediano toma 1 ½ taza de harina, azúcar granulada, polvo de hornear y sal se pasa por un colador, dándole golpecitos para que caiga al bol, los grumos que queden se tiran. Se hace a un lado.
3. En otro bol se bate a mano la leche, el huevo, aceite canola y vainilla. Usando una espátula de plástico se integra los ingredientes secos a la mezcla del huevo.
Se vacía y se distribuye la mezcla en la charola ya preparada con aceite y harina y se deja a un lado. En un bol mediano se combina el resto de la harina, (2 ½ tazas) con la azúcar morena y canela. Se vacía la mantequilla derretida en la mezcla de la harina y se revuelve con una espátula hasta formar grumos. Se polvorean los grumos sobre la masa en la charola.
4. Se mete al horno y después de 10 minutos se gira la charola y se continúa horneando por unos 10 minutos más o hasta que un pica diente salga limpio del centro del pastel.
5. Se saca del horno y se deja enfriar, después se pasa azúcar glas por un colador y se polvorea al gusto arriba de los grumos. Se parte en cuadros de unas 3 pulgadas y se sirve. Se pueden mantener en un recipiente por hasta 3 días.

miércoles, 10 de junio de 2009

Y le seguimos con el blog... Tiramisú

Me preguntaba que porque no había escrito nada últimamente, prometí tener algo listo para el lunes, y por lo visto no tengo palabra. Ha pasado el lunes, martes, miércoles y nada. Pero ahora ya, aquí está listo el siguiente blog. La pregunta es:
¿Qué he hecho todo este tiempo?

Domingo 17 de mayo
Despierto 12:00 pm

¿Por qué tengo una copa de Martini rota en mi bolsa? Ayer salí por un café pero la noche acabó con martinis y canto desafinado con el trovador Alejandro Palacios en el Caffe Solé, si lo recuerdo bien la gente volteaba a vernos constantemente así que supongo que nuestra conversación o canto estaba muy fuerte. Memoria confusa, mirada nublada.

Sábado 30 de mayo
Despierto 6:00 am
Boda familiar. Me la he pasado haciendo mandados y dieta para el magno evento. En 1 hora llega el estilista para la peinada y pintada, que emoción ha valido la pena eliminar el pan y se refleja en mi vestido, una talla mas chica de lo que acostumbro. Fabuloso.

8:00 am
Voy al closet del pasillo y ahí frente a mi hay un vestido igualito al mío! Con mi peinado listo y mi nueva cara montada, me dirijo a cambiarme. Para mi gusto, el look que me dio el peinador es muy aseñorado, pero yo también pues, me creo joven no quiero entender que ya soy una señora. Doña Magda. Pero bueno, volviendo a lo importante, una de las amigas de la novia se fue a vestir a la casa y ¡tiene un vestido igual al mío!, pero su vestido a diferencia del mío, es talla 4. Muerte súbita. Volaron los pasadores al azotar al piso. La cantidad industrial de espray de pelo evito que me despeinara. Qué suerte la mía, levantarme con el chongo en su lugar, igual de inmóvil que mi jeta.

Domingo 31 de mayo
Despierto 10:00 am
En busca de un gato. La soledad me invade, depresión, ansiedad, he decidido aceptar mi vida de cotorra. Para eso necesito un gato y una bata floreada, chanclas. Los que no están planeando su boda se van a vivir juntos aunque no lo admitan en público y le llamen a la novia “una amiga”. Yo ni siquiera tengo alguien que me niegue enfrente de los amigos. En la boda me saco a bailar mi primito de 14 años y un viejillo borracho, chaparro que preguntaba mientras me rociaba la cara de saliva ¿Por qué una mujer tan guapa no se ha casado? Bueno, por lo menos me dijo guapa y me traía bien aperingada de la cintura. Hace mucho que no tenía tanta acción.

Cabe mencionar que mi primito es famoso en mi círculo de amigos por sus comentarios: “Quiero esos zapatos, los de barbie con lentejuelas” Oh Dios. “Quiero una bufanda de plumas moradas” Oh Dios, quiere una boa. “Mira mis lentes de sol, ¡soy niña! ¡soy niña!" Bendito. Ahora que ya es adolescente ya es más discreto, y ya tiene buen gusto, digo, ¡me saco a bailar! Le encanta bailar… por supuesto.

Tiramisú

Regreso con mi primer amor: El postre. Siempre me hace sentir mejor, nunca me deja abajo. Al llegar al depa tenía antojo de algo dulce y ahí estaba, solito en el refrigerador, esperándome, Tiramisú , el postre italiano que hice por primera vez hace unos días. Los últimos vestigios de licor que permanecían en mi cuerpo puede que hayan nublado mi juicio o puede ser que mi lengua aún estaba paralizada por la combinación Margaritas/kahlua, pero me supo muy rico. ¡Mejor que cualquier restaurante!, ¡mejor que cualquier chef!

Decidí hacer Tiramisú porque tenía un queso mascapone esperando ser usado y la verdad pensé que iba ser fácil, hasta que tuve que comprar los bizcochos de soletilla o bocados de dama, como le quieran llamar. Me pasaron el tip que el único lugar donde los vendían era en la Comercial Mexicana, y es toda una experiencia ir ahí, encuentras tooodo, tinas de baño a un lado de las botanas, cortinas para la sala, libros, cd’s, trastes ¡uy! enorme ese mercado.

Con mi caja de soletas en mano y una vez que encontré la salida en ese laberinto me fui decidida a intentar hacer uno de los postres mas malos que he probado. La verdad es que nunca me ha tocado uno que valga la pena o será que mis numerosos viajes a San Ysidro, California no me han dado mucho mundo que digamos. El resultado fue un postre cremoso y los bizcochos bañados en café contrastan muy bien con el frio del queso dulce. ¡Este si me supo muy rico!

En lugar de prepararlo en un recipiente como pastel, se hizo en vasos individuales, no siempre se pudo más de una capa pero ahí se fue calculando.

Ingredientes
½ taza de espresso a temperatura ambiente
2 cucharadas de ron oscuro (quibo quibo)
1 cucharada de cognac
2 huevos grandes separados
Una pizca de sal
7 cucharadas de azúcar
1 taza de mascarpone
12 bocados de dama o bizcochos de soletillas
Polvo de cocoa sin azúcar

Modo de prepararse
1. Mezcla espresso, ron y cognac. Debe saber fuerte a licor y si no, agrega mas licor hasta que este fuerte, el sabor se va suavizar con los demás ingredientes.

2. En un bol batir a mano o con una batidora eléctrica, las claras de huevo con una pizca de sal hasta que este duro, agrega la mitad de la azúcar hasta que se endurezca. Aparta la mezcla en un bol chico.


3. En el mismo bol que se uso para las claras de huevo batir ahora las yemas con el resto de la azúcar hasta que endurezca y se haga un color claro, como 3 minutos. A mano, integrar el queso mascarpone con una espátula hasta quitar los grumos.

4. Incorpora la mitad de las claras de huevo, después la otra mitad hasta que esté muy bien incorporado todo.

5. Servir una cucharada generosa de la crema de mascarpone en cada vaso.

6. Sumergir cada soleta o bocado de dama en el espresso con licor por unos 5 o 10 segundos, o hasta que absorban el líquido. Rompe en dos la soletta para que se pueda colocar bien en el vaso después cubre con la crema de queso mascarpone en cada vaso.

7. Es una capa de crema, dos solettas, una capa de crema, dos solettas, crema y se mete al refrigerador por 4 horas pero de preferencia todo la noche. Se cubre de cocoa antes de servir.

viernes, 10 de abril de 2009

Biscotti, chingotti


Después de la desastrosa receta de pan de jengibre decidí irme a lo seguro: ¡Chocolate! Conmigo nunca quedas mal si involucras chocolate en la conversación o en los detalles, ¿Mejor regalo navideño? Chocolate. ¿Mejor regalo de cumpleaños? Chocolate. Y si es oscuro mejor.

Falta 1 día!
Pero, solo a mí se me ocurre hacer Biscotti cuando mi sacrificio de cuaresma es no tomar café, por supuesto que me muero por un café, en la mañana, por la tarde, antes de dormir. Me la paso tomando té todo el día, pero no es lo mismo, quiero la espuma de la leche cremosa, el sabor agrio del café y el olor a canela.
El domingo de Pascua voy andar corriendo por la ciudad como desesperada, comprando un Caramelo Marcado del Sospesso, un Caramelo Machiato del Starbucks y un café del nuevo cafecito San Remo, de la avenida Las Palmas, aunque me odian ahí no importa voy a llegar. Son minis los cafés pero cargados a más no poder, ayyyy…aunque tienes que aguantar la cátedra del origen del café que estas a punto de tomar: -“Este grano es de Guatemala con una mezcla híbrida de Veracruz”. - “¿Ah sí?, mmm ¡órale dámelo ya!
Después de mi recorrida por los cafés me voy a buscar un lugarcito bajo el sol y tratar de controlar mi temblorina.
Ya meroyamero….falta un día nada más.

La receta del Biscotti de chocolate es de la Gran Martha, y el detalle está en meterlos al horno, cortarlos en rebanadas y meterlos al horno, se voltean, se le da una rotación a la charola (¡eso dice la receta!) y se vuelven a meter al horno. Consíganse un buen libro porque si le hacen como yo, que me quedo, que me voy, que me voy a ver la tele, se les van a quemar. Por supuesto que se quemo, ¿cuándo no? pero con el chocolate ¿cómo sabes cuando ya se está quemando? Cuando te llega el olor ya es muy tarde.
En sí el biscotti sabía a brownie viejo, duro, pero un brownie viejo sabe casi tan rico como uno recién hecho. Digo…igual y uno se lo come, ¡o no?.


Biscotti de chocolate

Ingredientes
1 barra de mantequilla
4 onzas de chispitas de chocolate
½ taza de cocoa
1 ¾ tazas de harina blanca
1 ½ cucharaditas de polvo para hornear
½ cucharadita de sal
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 taza de pistachos picados
1 taza de pasas

Modo de prepararse
1. El horno a 350 grados. Derrite mantequilla y chocolate en baño maría.
2. En un bol mediano se combina el cocoa, harina, polvo para hornear y sal. En otro bol se revuelve con la batidora eléctrica la azúcar, huevos hasta que la mezcal quede ligera, se agrega la vainilla, se bate hasta combinar. Se baja la velocidad de la batidora eléctrica y se agrega el chocolate derretido con la mantequilla y luego se agrega la mezcla de harina. Se incorporan con una cuchara, los pistachos y las pasas.
3. La masa va estar un poco blanda, si te ayuda métela en el refri unos 30 minutos cubierta con plástico para qué sea más fácil manejarla.
4. Se vacía la masa a una mesa con un poco de harina en la superficie. Se divide la masa en dos partes iguales y se forma cada una en una barra de 9” x 3”, más o menos yo no me preocupe mucho por la medida. Se colocan en una charola engrasada.
5. Se mete la charola al horno y se deja hasta que las barras estén firmes y bien cocidas, como unos 30 minutos. Sacar del horno; se dejan enfriar unos 15 minutos en la charola. El horno se baja a 275 grados.
6. Toma las barras después de que se enfriaron por 15 minutos y se corta en rebanadas de media pulgada de ancho. Se colocan planas en la charola y se meten al horno por 20 minutos.
Con una espátula se voltean las rebanadas; la charola se cambia de posición en el horno y se dejan las rebanadas otros 20 minutos o hasta que se vean un poco secas.
7. Sacar del horno y dejar enfriar en racas las rebanadas de biscotti.

lunes, 23 de febrero de 2009

Pan de jengibre


Cuando inicio la temporada navideña, me fui al Costco y llene el carrito con todo lo necesario para hacer galletas, estaba decidida hacer 2 recetas totalmente nuevas. Ahora estamos en febrero y apenas hice una de ellas. Decidí hacer estas dos recetas por la foto la verdad, bueno, una fue por la foto y otra porque amo al chocolate más que a mi propia madre.

Esta es la historia del pan de jengibre.

En español la palabra jengibre despierta imágenes como: raíz deforme en la sección de la fruta y la verdura del mercado, de rebanadas húmedas y frías a un lado de rollos de cangrejo. En inglés la palabra trae imágenes de: navidad, Santa Claus, tarde viendo una película vieja con una cobija encima y acompañada de bebida calientita. En realidad me di cuenta que el jengibre no es para mí. Tiene un sabor muy fuerte y francamente lo mejor del pan era el chocolate que llevaba arriba.

La receta también lleva Melaza que tampoco me gusto …¡Oh pues! Pero no me gusto y ahora tengo en el gabinete un frasco casi lleno de Melaza. ¿Qué hago con eso?

La receta era bastante sencilla excepto que tuve que derretir la mantequilla en baño maría y eso provoco unos problemas, un lado de la estufa la llama es muy alta y empieza a hervir muy pronto y el otro lado de la estufa es muy baja y nunca llega a hervir, así que me fui con la alta y se desbordaba el agua, caía dentro de la mantequilla y esta no se derretía. Al final era más agua que mantequilla, pero opté por no traumarme y seguir adelante con la receta.
El chocolate fue un caos. Ahí dice que use chocolate derretido pero nunca te dice como derretirlo. Entonces pensé que podía hacerlo en el microondas, no siempre me doy cuenta de los minutos porque presiono 3 veces un número al azar. Estaba mezclando la mantequilla cuando el olor a quemado me hizo voltear y vi humito salir del micro.
Oh Dios.
Eché a perder esa tanda de chocolate y opté por una nueva en baño maría, que tampoco salió muy fácil que digamos. El agua se volteaba y se meneaba como tormenta y se metía al chocolate y no podía agarrar el plato sin quemarme y el agua hirviendo me salpicaba y el barquito del plato que llevaba el chocolate casi se me volteaba.
Al final pude, pero fue todo un show para lo que resultó: un pan con buena textura pero pésimo color (ni voy a discutir eso) y un sabor…gacho.


Pan de jengibre

Ingredientes
No tiene caso, ¿o si?

miércoles, 28 de enero de 2009

Enchiladas Potosinas

Esta semana no cocine sólo me dedique a comer. Y quiero decirles que tienen que ir al “Real del Potosí”, en la Zona Río, es uno de los secretos mejor guardados de Tijuana. Es urgente que esta semana vayan a probar las Enchiladas Potosinas. Le voy a dar un “copy-paste” a la nota que escribí en la revista La Guía, sobre el lugar ¿sale? ¡No es chapuza! ¡No es flojera! es el deseo de compartir este restaurante con ustedes.

Con las Enchiladas Potosinas todo empieza con la masa, que poco a poco se va enchilando con una salsa de chiles secos, cascabel -que es un chile picosito- y chile California. Ya que sale enchiladita la masa se hace tortillitas que se colocan en el comal para rellenarse de queso (traído de San Luis Potosí) con chiles y tomatillo. De ahí sólo queda doblar y presionar las orillas para cerrar la enchilada… y a servirlas. La orden incluye cinco enchiladas, con un poco de cebolla picada, crema agria y rebanadas de aguacate, acompañado el platillo de frijoles negros refritos. La comida tiene un sabor a casa, ya sea la abuela o la de aquella tía que siempre fue buenísima para cocinar.

Para llegar esta muy fácil, aunque unos rufianes ya arrancaron el letrero con el nombre de la calle, pero esta en la Zona Río, Paseo de los Héroes, sobre la calle de Misión de Loreto, esquina con Misión de San Ignacio. O sea, si vienen de La Mesa, se bajan al Paseo de los Héroes, pasan la prepa Lázaro Cárdenas y la calle justo antes de llegar a las Carnitas Quiroga dan vuelta a la derecha y esa es la calle Misión de Loreto. Es un edificio amarillo tipo europea y una lona que anuncia el lugar no se da anotar estoy segura que ni la van a ver, mejor busquen el edificio. Lo van a ver un poco muerto pero la gente del restaurante es muy amable (a veces demás) ustedes le pasan sin miedo, van a comer muy rico.
Está cerrado los domingos y las enchiladas potosinas fue una grata sorpresa para mí, me platican si van.
¡Buen provecho!

domingo, 25 de enero de 2009

Flan


Mi propósito para el 2008 era aprender a cocinar, lo que paso fue que me acerque a la estufa (ya la se prender) pero no aprendí a cocinar. Necesito una receta como guía porque si no estoy perdida y todavía me friquea tocar un pollo crudo, todo frío y húmedo con el pellejo… ¡eeek!
Para el 2009, mi propósito es aprender las recetas de mi mamá. Aquí menciono que mi mamá no es de esas señoras con un repertorio de platillos mexicanos que te inspiran a regalar tu primer nacido por saber el ingrediente secreto. No es una cocinera con sazón, toda mi niñez fue pasada frente a comidas como: arroz blanco con pollo al horno, el postre era gelatina de fresa, la sencilla en agua, era un día especial si hacía fresas con crema. Casi nos volvíamos locos, ¿fresas con crema? ¿En serio? Ahhh.
No es Tita de Agua para chocolate, pero si tiene uno que otro platillo que trae buenos recuerdos. El Flan es uno de ellos, siempre siempre queda increíble, no tiene competencia, hasta la fecha no hay nadie que lo haga tan rico como ella. Aunque ya que vean los ingredientes se van a preguntar ¿cómo es posible no caer en un coma diabético? Porque ¡ay amá! Las latas de La lechera lo hace cremoso y las tazas de azúcar lo hace dulce y lo huevos pues nomás están ahí para completar la dosis de veneno.
Y sí, como todo lo que decido hacer, está bastante fácil pero con este postre la gente se queda impresionada, no hay nada como la idea de un flan para ponerse de buen humor y si lo que se promete se cumple pues no compa, no hay más que decir. Hay dos pasos muy importantes: el baño maría, el tiempo lo es todo en esta vida compas y al caramelizar la azúcar antes de vaciar la mezcla de la leche. La azúcar se me quemo un poco y depende del tiempo en que se caramelice la azúcar es la intensidad del sabor del caramelo. Fue un sabor más fuerte, más oscuro pero rico, ya que tenga mas práctica veré como lo prefiero.
Y ¿cómo salió?, ¡utz! In-cre-i-ble. Te sientas a disfrutar del Flan, llevas la cuchara a la boca y empiezas a sentir lo intenso del caramelo, después lo cremoso de la textura y no te das cuenta que con la mano libre estas dando de palmadas a la mesa y “Ohmygod” con cada golpe. Y de repente rompe tu corazón en canto “El amooor…”
Así de bueno esta.

Necesito salir y conocer gente, que triste que este sea el mayor placer que tengo. Ayúdame Señor.


Flan

Ingredientes
1 lata de lechera grande 397g
1 lata de lechera chica 100g
1 lata de leche evaporada grande 378g
3 huevos
1 cucharadita de vainilla
¼ de taza de azúcar granulada

Modo de prepararse
1. Caramelizar la azúcar a fuego lento; Se va extendiendo la azúcar hacia los lados de las paredes del recipiente (como de unos 4 cuartos + o -), casi llegando a la mitad de alto. Tienes que estar al pendiente meneando la azúcar y viendo bien el color, lo ideal es un amarillo dorado. Si quieres un sabor mas fuerte deja que la azúcar se haga oro oscuro.
2. En un bol se mezclan a mano las leches, vainilla y los huevos, con la licuadora se hacen grumos, es mejor a mano. Se hace a un lado.
3. Se prepara el baño maría; llenando de agua la olla unos ¾; para que tenga una base el recipiente le puedes poner como lo hice yo, un molde de pie de aluminio, lo pones de cabeza en el fondo de la olla y encima colocas el recipiente.
4. En el recipiente donde se caramelizo la azúcar se vacía la mezcla de las leches y huevo y se tapa con papel aluminio y se coloca una liga para asegurarnos que no va entrar agua del baño maría.
5. Ya colocado el recipiente en el baño maría se tapa la olla y a fuego alto hasta que se escuche que el agua esta hirviendo con fuerzas, después se deja 30 minutos a fuego lento. Y ya está, se deja un buen rato tal y como está en la olla, para poder sacarlo ya frío y sin temor de que se desbarate por lo caliente.

viernes, 9 de enero de 2009

Galletas de Avena


Esta Navidad me di cuenta de una cosa: La actitud lo es todo.
Antes de Navidad limpié mi depa, hice a un lado todos los muebles, barrí y le di una buena aspirada a los tapetes.
Después de navidad me pesé, temerosa del resultado, una dieta basada en galletas y licor no puede ser buena. Me subo a la báscula y veo que peso 10 libras menos, ¡superbien! Ya decía yo, una o dos galletas no afecta a nadie y vodka es en realidad diurético.
Pues… me sentía fabulosa, andaba como libélula! ¡Ligerita! Me veía en el espejo y me decía: “Aja, claro, es notorio, ahora veo esas libras de menos”. Casi me guiñaba el ojo y me decía yo solita “baby”.
¡Por Dios físicamente me sentía con 10 libras menos! La ropa me quedaba floja, mi mente entendía que había bajado 10 libras y mi cuerpo inmediatamente lo sintió y mi actitud cambio.
Dos día después veo que la báscula no está en cero, está en -10 algo así, oh no…. arreglo la báscula y me vuelvo a subir, imagínense la escena: yo arriba de la báscula con una cara de pocos amigos al ver el verdadero peso, casi pude oír el pop del botón del levi’s. ¡Ratas!
¡No había bajado de peso! ¡Había subido!
Mi mente se dio cuenta de esto. Mi cuerpo inmediatamente lo sintió. Mi actitud cambio.

Punto y aparte.
La mejor manera de ponerte en la onda navideña es hornear galletas, pones la música a todo volumen y abres la botella de champaña. Y listo, al rato estás taaaan contenta que se te olvida lo que está en el horno. Hubo como 4 charola que eché a perder porque deje las galletas de avena mucho tiempo en el horno. Para que queden blanditas es mejor dejarlas unos 12 minutos en lugar de 15 como lo hice sin querer.
Con una receta se hacen de 3 a 4 docenas, rinden muy bien y son ideal para regalar. (Aunque Lili se comió las galletas que le correspondían a su esposo ¿dónde quedó el amor?)
El chiste de estas galletas es la batidas de la azúcar con a mantequilla, o eso digo yo, porque antes yo echaba todo al mismo tiempo en una olla grandota y órale. Ya siendo un poco mas decente, me puse a leer la receta y vi que primero se bate la mantequilla con la azúcar y después se empieza a incorporar los ingredientes secos. Esto hace la diferencia y suena muy lógico pero antes yo ni en cuenta.
También creo que es importante comprar una avena de buena calidad, yo compro la Quaker Oats Old Fashion, y me ha dado muy buenos resultados. Es ahí donde encontré la receta, en la tapadera viene, no tienen chiste estas galletas. Todo está en las medidas y en los ingredientes, ah sí y en la batida de la mantequilla. La mejor mantequilla que se pueden encontrar, un amigo me dijo que las hace con manteca y pues discúlpame pero eso no me suena muy bien.

Galletas de avena

Ingredientes
2 barras de mantequilla, se dejan fuera del refrigerador unas horas para que este blanda
1 taza de azúcar morena
½ taza de azúcar granulada
2 huevos
1 cucharita de vainilla
1 ½ tazas de harina blanca
1 cucharita de baking soda
1 cucharadita de canela molida
½ cucharadita de sal
3 tazas de avena cruda, no la hagan y luego la quieran meter a la masa!

Optional
1 taza de arándanos (no me gustan las pasas pero me encanta la acidez de los arándanos)
1 taza de nueces picadas

Modo de prepararse

1. Se prende el horno a 350 grados
2. Se mezcla la mantequilla, azúcar morena, azúcar granulada hasta que este cremoso. Yo no tengo esas batidoras “fancis” así que meto las manos y le doy con fuerza. O pásense unas horas meneándole con la cuchara. Adelante.
3. Se agregan huevos, vainilla. Se mezcla bien.
4. Se agrega harina, baking soda, canela y sal. Se revuelve bien.
5. Se incorpora la avena. También las nueces y arándanos si se decide usar.Se revuelve bien.
6. Se deja caer cucharaditas de masa en una charola (untada previamente con mantequilla) con suficiente espacio entre ellas porque tienden a expenderse.
7. Se dejan en el horno de 10 a 12 minutos o hasta que estén color dorado arriba.