lunes, 12 de diciembre de 2011

Botana no. 2: Dip de Poro con queso de cabra

Dip o aderezo de poro con queso de cabra.

Tengo una idea muy romántica de las fiestas. Cuando planeo una, quiero que se vea igual que las páginas de las revistas: gente fabulosa, comida bonita, flores en la mesa con miles de velas.
Pero en realidad tengo 4 platos y mi colección de vasos de Mole María no se ve muy acá. Eso sí, siempre me esmero en tener buena comida, que los invitados se vayan regordetes de mi fiesta y muy contentos.

Continuamos con la serie de botanas para las fiestas decembrinas. Esta última, fue un hitazo con el grupito de amigas que incluye a La Pequeña Madín. La Pequeña’ sigue a dieta, come agua y agua mineral. Pero su régimen incluye queso de cabra, así que lo probó y le encantó. Tengo otra amiga que tampoco come, yo trago mientras ella fuma y me avienta el humo a la cara. A ella le encantó, para mí eso es un éxito total. El resto de los tragones no me importan, se tragan lo que le pongas enfrente. (Ninguno de ellos lee este blog –ni saben leer- así que no corro peligro de que se ofendan)

El aderezo de poro con queso de cabra, es de un sabor suave, cremoso con momentos crujientes por las almendras. Lleva ingredientes muy accesibles, que fácilmente puedes conseguir en el mercado. Lo puedes servir con galletas de mantequilla como las Ritz, o pan de pita. También puedes acompañarlo con rebanadas de apio, zanahorias y otros vegetales crudos en un platón.

Este año descubrí lo fabuloso que son los poros, ahora estoy obsesionada con ellos. Después les voy a pasar una receta de una guarnición de poro, la tienen que hacer para la cena navideña o para cualquier cena.

Dip de Poro con queso de cabra

Ingredientes
¼ de taza de almendras rebanadas  
(a mí se me hizo poco, le agregué un poco más)

2 cucharadas de mantequilla

2 poros medianos, la parte blanca y verde pálida nada más, en rebanadas finas

16 oz (500 grs. Aprox.) de crema agria

200 gramos de queso de cabra

1 cucharada de perejil picado

Sal y pimienta al gusto

Preparación
1. Prende el horno a 375 grados. Distribuye las almendras en una bandeja. Hornear por 10 minutos. Deja enfriar. Picar almendras y dejar a un lado.

2. A fuego bajo derrite la mantequilla en un sartén, se agrega el poro en rebanadas. Saltear hasta que estén blandos y transparentes, como 5 minutos. Dejar a un lado para enfriar.

3.En un bol mediano vaciar la crema agria y el queso de cabra, revolver hasta que esté bien combinado. Agregar almendras, poros, perejil, sal y pimienta al gusto.

Guardar cubierto con plástico en el refrigerador hasta que esté listo para servir.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Botana no. 1: Mousse de atún para untar

Botana con 3 latas de atún y poco más.

Cada año llega la época de las posadas y no tengo idea con que botana llegar. ¿Compro unas botanas horriblemente caras de un restaurante? ¿Llevo un pastel? o ¿Compro de paso las botanas plásticas del Costco? Al final no me alcanza el tiempo y termino llevando algo fatal, revuelto con queso philadelfia. Mal peinada, con el suéter negro de toda la vida y una botana hecha al aventón o peor aún, una botana cara ignorada durante la noche.

Cuando estaba en la universidad, en una de las muchas fiestas caseras que solíamos hacer, una de las compañeras de clase llevo una bolsota de sabritones. Eran muy finas nuestras reuniones. Había tanta comida que no hubo necesidad de abrir los sabritones. Al final de la noche mi compañera se despide y antes de salir, pasa por la mesa de botanas y se lleva la bolsa de sabritones. How rude!

Por supuesto que pase años contando esa anécdota y criticándola a morir. No hay mucho que hacer en la vida si no te la pasas criticando a los demás. Pero hay veces que al ver mi botana enterita en la mesa, me dan unas ganas de llevármela a mi casa. ¿Qué va hacer la anfitriona? Guardarla en un topper y refundirla en la parte trasera del refrigerador. Yo también me quiero llevar mi bolsa de sabritones.

Este año estoy decidida a llevar nuevas botanas y hacer una lista mental de lo que puedo hacer sin complicaciones. Sin tener que cruzar al otro lado, solo abrir el refri o pasar de volada al mercado y listo, todo lo que necesito para crear la botanita que a todos les guste. Y que rinda, porque eso de hacer 6 panecitos no, apenas me da de comer a mí.

A parte del queso philadelfia, la lata de atún saca de apuros como ningún otro alimento. El mousse de atún es una receta que no había hecho antes. Había preparado una que llevaba sobre de gelatina Knox, pero no siempre cuajaba, era un show para una simple lata de atún. Este mousse lo puedes hacer en el procesador pero si te da flojera lavarlo, lo puedes hacer a mano como yo y sale perfectamente.

Al principio me pareció su sabor igual que todo, nada espectacular. Pero ni cuenta me di que ya llevaba varias galletitas untadas de atún. Hay algo muy familiar de esta botana, sé que estamos hablando de una lata de atún, así que como no puede ser familiar, pero es más que eso.

Es fácil de gustar, a veces estas en una fiesta y pruebas una botana que se ve preciosa pero, como toda cosa bonita está un poco vacía, no hay mucho después de la primera impresión. O hay de esas botanas altamente recomendadas que saben a diablo pero no te quieres ver naco y pones buena cara. Te vuelven a llenar el platito y ahí estas sufriendo, pensando: “no seas sangrona, cómetelo, soy nice, mi paladar es sofisticado, uff! que rico”. Pero extrañas el queso philadelfia con la jalea de chipotle que venden en el Costco.

La receta la vi en el blog de David Lebovitz, que a la vez, él la tomo de David Shalleck de su libro “Mediterranean Summer”. Y ahora yo se las paso a ustedes para sus fiestas navideñas. La pueden servir con rebanadas de baguette tostadas, galletas o mini pan tostado que venden en Soriana en el área de quesos.

Mousse de atún para untar
Para una porción de 2 tazas

Ingredientes
1 cucharada de soy sauce
1 cucharada de vinagre balsámico
1 cucharada de jugo de limón
3 latas de atún en aceite
1/8 de cucharadita de chile en polvo (chili powder)
5 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de crema entera (yo usé crema entera de vaca Eugenia)

Preparación
1. En un platito, combina el soy sauce, vinagre balsámico y jugo de limón.
2. Primero deja escurrir el aceite del atún.
3. En un procesador de alimentos o a mano revuelve el atún hasta que se disuelva pero que no quede cremoso todavía. Agrega el líquido hecho de soy sauce y vinagre y jugo de limón y mezcla hasta quedar suave. Se agrega el chili en polvo (chili powder).
4. Se agrega la mantequila de cuadrito en cuadrito. Agrega el siguiente cuadrito hasta que el primero se haya incorporado. Si usas el procesador de alimentos, cuidado que no se derrita la mantequilla con el calor de la maquina.
5. Agrega la crema y mezcla hasta que este incorporada.

Se puede servir a temperatura ambiental o fría. Se puede conservar en el refrigerador tapada hasta 3 días. Pero yo la guarde 1 semana y no paso nada.

martes, 22 de noviembre de 2011

Mi pasta favorita

Más fotos aqui.
Los fines de semana voy a cuidar unos viejitos chochos. Dicen ser mis padres, pero yo aún lo dudo. Me niego a creerlo. Seguido me mandan al Saverios de la Recta, por 1 o 2 órdenes de su pasta favorita. Una vez le toco ir al viejito mayor, llego a la casa con lasaña porque cuando vio a la señora de la caja le dio vergüenza pedir lo que realmente quería.
Penne con tomate y aceitunas resulto ser uno de los mejores platillos que he preparado para los viejitos. Es diferente al que sirven en Saverios, aquella lleva crema picosita con calamares fritos encima. Esta pasta, que ahora hago con frecuencia, es en base de aceite de oliva, no lleva calamares pero que importa, sale increíblemente rica.
Cuando el aroma del ajo con el aceite de oliva empieza a llenar la cocina uno empieza a abrir la botella de vino tinto. Al agregar el tomate con el orégano y el chile seco ya quieres tostar el baguette. Yo empece a cantar a viva voz pero la viejita pregunto: ¿Eso a qué viene?   
Esta es una receta de la Grand Martha (Martha Stewart), de la primera edición de su revista everyday food. Salió a la venta en el 2003, un poco antes de que la metieran a la cárcel y la revista fue hecha con la idea de contener recetas de comida rica así como fácil de preparar.
Sustituí  la aceituna Kalamata por aceituna negra, no problemo,  con el chile seco, use el doble de lo que pide la receta. Los gringos son muy zacatones para el picante, en lugar de ¼ de cucharadita le puse ½ cucharadita. Agrégalo al gusto. En la receta piden “crushed red pepper” que es el Chile para Pizza, o por lo menos ese usé y me supo igual. Compre marca Terana – Pepperoncini.
Lo ideal es tener todo listo, picadito cerca de la estufa. Yo soy media lenta y aparte bruta, la suerte favorece a los preparados.
Me sentía divina frente a la estufa, moviendo el sartén como toda una profesional, calentando el aceite, aventando con estilo puños de  orégano, tomates, chiles secos. I am in the zone! Ni te me acerques, no veo ni oigo nada, el sartén y yo somos uno.
Cuando digo que salió fabuloso quiero decir Fa-bu-lo-so.

Penne con tomate y aceituna
Ingredientes
Sal y pimienta al gusto
1 lbs (450 grs) de pasta penne
¼ de taza de aceite de oliva
2 dientes de ajo finamente picado
2 tazas de tomates cherry partidos a la mitad
1 cucharadita de orégano seco
¼ de cucharadita de chile seco, (Chile para pizza)
¼ de taza de aceitunas
¼ de taza de perejil italiana finamente picado
¼ de taza de queso parmesano rayado

Modo de preparar
1.     1.  Primero se pone agua a hervir para la pasta. Se siguen las instrucciones que vienen en el paquete. Una vez que el agua haya hervido, se agrega la pasta y se cuentan unos 12 o 14 minutos, estuve al pendiente casi al final para que la pasta no se fuera a pasar. Se pasa por el colador para escurrir.
2.      2.En un sartén grande se calienta el aceite de oliva a fuego mediano. Se le agrega el ajo y se mueve en el sartén hasta que el color cambie a un ambar/dorado, como 1 minuto. Se agregan los tomatitos cherry, oregano, chile seco, sal y pimienta. Se baja el fuego, se sigue revolviendo suavemente hasta que los tomates cherry hayan soltado su jugo, como 3 mins. No quieres cocinarlos tanto, no quieres que se aguaden o se depriman los tomates.Mantenlos regordetes y contentos.
3.      3.Se agrega la pasta penne, aceitunas, perejil y ¼ de taza de queso parmesano al sartén, se combinan los ingredientes. Se sirve con más queso si así lo deseas.

martes, 6 de septiembre de 2011

Jamón serrano, queso feta y albahaca

Rollos de jamón serrano con queso feta y albahaca.
Después de un verano muy calmado con frío por las noches, al fin llego a Tijuana un intenso calor.
Por lo mismo pase el fin de semana tirada en ni terraza, que en realidad es el pasillo para llegar a mi depa, pero le llamo terraza. Sábado y domingo al aire libre, quietecita para no producir sudor, con un plato de sandía helada frente a mí. No quería ni acercarme a la cocina, cuando me llamaron para invitarme a una reunión -soy muy popular-  y para avisarme que se esperaba de mi, una botana. Todos mis impulsos me decían que llegara con una lata de atún.
Con mis pies descalzos sobre el zacate medite la situación, unos minutos después, con una flojera pesada, me dirigí al mercado.
A la canasta aventé jamón serrano, queso feta y albahaca. Esta última la encontré para mi sorpresa y desagrado en la Wal-Mart…me niego a ser parte de la comunidad Wal-Mart, lo siento. Me niego.
Con el ventilador a todo lo que da, comencé a preparar la botana. El jamón serrano se corta en tiras angostas, (vamos a hacer rollitos) suficientemente largas como para darle unas tres vueltas. Se coloca un ladrillo angosto, no muy grande, de queso feta,  al inicio de la tira de jamón -al más angosto-  encima del queso se coloca una hoja de albahaca fresca o cualquier otra hierba de tu agrado y se empieza a enrollar.
La receta me la robé de David Lebovitz, él es mucho más específico con medidas, para el jamón y el queso feta. Pero yo no soy chef, soy tragona, ni se preocupen por ser exactos. En la foto que tomé usé un paquete de jamón serrano que compré en Soriana, salieron  unos 30 rollitos.  Leobowitz  hace los rollitos de jamón serrano casi mini, pero él tiene dedos delicados, pero yoooo, con mis manotas de panadero salen unas piezas grandes, aunque debo tener cuidado con el tamaño, tampoco se trata de ahogarte con esta botana. Lo ideal es que estés disfrutando como si fueran palomitas, una tras otra, ¡órale!
Se van colocando los rollitos en un plato hondo y al final se baña de aceite de oliva, sin miedo.
Con cada tira de jamón se repite el proceso. Tira de jamón, queso feta, albahaca y se enrolla. Aceite de olivo para terminar ya que esta en el plato.
 La primera vez que preparé esta botana estaba con el pendiente de que estuviera ahogado en aceite pero no paso naaada. Sabía delicioso, el jamón serrano absorbe el aceite, incluso es preferible que lo dejes a un lado o en el refrigerador por un tiempo antes de servir.
Destapas la cerveza oscura bien fría y ya estás, ya rugiste.

martes, 12 de julio de 2011

La Pequeña Madín y una tarta de durazno


Con tanto durazno en casa hice pastel y Tartas de durazno.
El placer de comer es uno de esos placeres de la vida a los que me aferro. La primera mordida, el siguiente mordisco, la promesa del platillo perfecto. Llevarte el tenedor a la boca con algo delicioso y después dejarlo caer al plato, con ese sonido inconfundible de metal contra cerámica.
Una probadita, un pedacito, una rebanada, una mordida; un traguito, un chorrito, un sorbete - un cachete. Un poquito, un muchito.

Ver la cara de amigos cuando les gusta algo que cocine, ver como sonríen y cierran los ojos con un “mmmm”, es un placer, felicidad pura, sin complicaciones.
Siempre es necesario tener admiradores, si no hay alguien adorándote ¿cómo sabes tú valor? ¿Quién soy si nadie me ve?
Hasta hace un mes, mi catador real era La Pequeña Madín, claro no tenía mucho chiste la mujer traga piedras, tiene un estómago capaz de digerir vidrio. Pero celebra cada uno de mis intentos -“ Man-teee-qui-LLAAA” dice con ojos semiabiertos. Ella te echa porras, grita por el internet o quien la quiera escuchar -“Megabueno”.

La Pequeña Madín es  “super-inteligente”, lo sé porque ella me lo dice, constantemente.
Su piel es severamente blanca con una melena oscura. Usa lentes para leer y por lo general esta vestida de negro lo que hace que contraste aún más con su blancura. Su nombre hace referencia a su estatura, es diminuta pero en su mente es gigante, una leyenda -“Especie de 'spelling dominatrix'” es como se autodefine. Y cuando dice eso siempre me la imagino vestida en su ajuar de charol negro con el látigo gritando -“¡Lleva acento estúpido!” con sus pesuñas envueltas en botas de tacón. Aunque en la realidad no sabe caminar en ellos, usa zapatos de piso o tenis. Cuando salgo a la calle con ella me veo como freak. Me siento como el primo de Toulouse Lautrec, altísimo caminando a un lado del enano, ese si era genio pa’ que veas. Nos vemos como la versión barata del cuadro “At the Moulin Rouge” de Henri. Solo nos falta el Bombín, aunque no dudo que La Pequeña tenga uno en su armario a un lado de la caja de chocolates.

Pero ahora sus placeres terrenales, por lo menos los que a gula se refiere, llegaron a su fin. Un día se sintió mal y con un gesto de diva se acomodó la boa de plumas y se fue en busca de la causa. Con un cigarrillo en la mano me cuenta como ahora sus opciones de bebida son agua y leche de soya, numera sus citas pasadas y pendientes -“Ya fui con el internista, ayer tuve una cita con el ginecólogo y el viernes tengo otra con el alergólogo. Básicamente no puedo volver a comer carne roja y el maíz es veneno para mí”.
-“Eso te dijo el internista o el ginecólogo?” le pregunto, -“No, no, me lo dijo la chochera”. En el transcurso de un mes ha ido a 5 doctores y todos le dijeron la misma cosa: Ponte a dieta.

Por lo tanto ya no hay nada que hacer con La Pequeña Madin. Ahora su plática consiste en recitar el menú del día:
-“90 gramos de queso fresco, 2 rebanadas de tomate…”
Sus conversaciones (antes influenciadas por las copas) sobre sus “quasi-affairs”, se convirtieron en una lista de comidas prohibidas -“No puedo comer queso panela, no puedo tomar cerveza, vino si, pan es la muerte, me puede dar una embolia si como pan de trigo, el pan blanco de seguro me mata”.
La veo sufrir, su cara tan expresiva dice lo mucho que le pesa dejar la comida, vamos al café y después de recitar la cena se queja de que tiene hambre -“Como si nada hubiera pasado por aquí pues…” dice señalando con un diminuto dedo a su boca.
Prende otro cigarrillo –“Maldita sea, ¿Porqué yo?”.

No lo sé, lo único que sé es que ya no tengo a quién darle de comer. Le di a probar una tarta de durazno y me dice que saco los duraznos de la tarta y se los comió con un pan centeno, para alguien tan inteligente no sabe la burrada que acaba de decir. A casi me da la embolia. Me imagino que la consideración estaba en el árbol más alto y no la pudo alcanzar. Y todavía me lo dice pues…intenso dolor corre por mi brazo izquierdo.

La razón por la tarta es porque el árbol de durazno de la casa de los viejitos que visito y cuido los fines de semana, está lleno hasta decir basta, me llevé 7 bolsas. ¿Qué hacer con tanta fruta? El año pasado hice mermelada, este año decidí lanzarme a hacer tartas. En total creo que hice 20 tartas, 6 pasteles y de remate un poco de mermelada. Me hubiera lanzado a la venta, si una señora pasa todos los días en su carrito con su cantaleta: “Ricos Tamales, baje o venga por sus tamaleees...” ¿Por qué yo no puedo vender mis tartas?

En esta ocasión hice la costra (se escucha muy feo en español) con un procesador en vez de a mano y mucho mejor, cada vez que la hice me salió bien la masa. Aunque es mentira lo que te dicen de “ligeramente espolvorear  la superficie de la mesa”, ¡es mentira! Es espolvorear pesadamente la superficie, una y otra vez porque si no se pega por todos lados.

Y salió, La Pequeña Madín no tiene idea, pero salió riquísimo. Lo que lleva encima de la tarta es una mezcla de harina, azúcar y mantequilla, al hornearse se hace crujiente. Le das una mordida a la tarta y la costra se siente ligera, los duraznos un poco ácidos, un poco dulces y lo que va encima completa el espectáculo. Fa-bu-lo-so. No es para nada empalagoso, es un dulce suave, sin apoderarse del postre.
Si, es verdad, lleva mucha mantequilla pero mira, si a nosotros no nos mata, ¿qué importa que a La Pequeña si?

Espero que pueda superar esta crisis La Pequeña Madín, temo que si no está ella dispuesta a comer las recetas, yo voy a engordar varios kilos y entonces sí, tendré que ir con el internista, el ginecólogo, el alergólogo y la chochera.

Tarta de durazno
 Ingredientes
Duraznos en rebanadas, cada pie o pay como quieran llamarle lleva como 5 duraznos grandes y cada tarta chica lleva 1 durazno.
Azúcar granulada
Harina blanca
Mantequilla
Huevos
Nuez moscada molida

Para costra
Esta receta es suficiente como para 12 tartas
2 ½ tazas de harina blanca
3 cucharadas de azúcr
1 taza de mantequilla
¼ de agua fría
2 yemas de huevos

 Procedimiento
Coloca la harina y la azúcar en el procesador y procesar por unos segundos hasta combinar. Agrega la mantequilla y procesar hasta que se vea como arena, como 10 segundos. Con la maquina procesando, agregar el agua fría en un chorrito lento, después la yema de los huevos, procesando hasta que la masa se vea unida. No procesar más de 30 segundos.

Esparcir sobre una superficie harina y vacía la masa, se coloca en un plástico y se forma un disco plano. Se envuelve en el plástico y se mete en el refrigerador por 1 hr mínimo antes de usar.

Después se trabaja poco la masa con un rodillo y se cortan círculos para después poder coloca sobre los moldes de las tartas. Con la yema de los dedos se pega la masa con cuidado al molde y se corta lo sobrante. Esta masa es a base de mantequilla por lo tanto se despega fácil del molde ya que salga del horno.
  
Para encima de la tarta
½ taza de mantequilla
¾ de taza de azúcar
¾ de taza de harina
½ cucharadita de nuez de moscada

Procedimiento
Se pone a calentar el horno a 400 grados F.

Se preparan los moldes con la masa. Se meten al refrigerador por unos 15 minutos.

Los duraznos pueden ser en rebanadas o en cuartos si es para un pay y se colocan en los moldes ya que se hayan sacado del refrigerador.

En un sartén hondo se derrite la mantequilla a fuego medio - alto, después se incorpora y se revuelve la harina, azúcar y la nuez de moscada, se retira del fuego. Se deja enfriar hasta que esté lo suficientemente frío para desmoronar, 10 a 15 mins.

Con el molde listo con duraznos, se desmorona la mezcla encima. Se hornea sobre una charola, en la parte baja del horno por 10 minutos a 400 grados F.

Después se baja la temperatura a 350 grados F y se hornea por 50 minutos más o hasta que esté de un color dorado encima.

¡Listo! se deja enfriar.

miércoles, 27 de abril de 2011

Caldo de pollo para mi alma negra


La foto no salió de aquellas,
pero la sopa si.

Me siento rara. Estoy entre el azul y azul cielo…un azul profundo, oscuro, Índigo. El que te llena el alma de una pesadez incomoda. Trato de mover mi ánimo al azul cielo, con las esperanzas de la maldita primavera, aunque pase ligera.

Le comente a la viejita que me sentía rara, – “Tómate un té” me dijo. Entré a la alacena y me trepé en la escalera para poder alcanzar las repisas de arriba. Una serie de frascos llenos de remedios caseros me agobiaron la vista, encontré: Hoja de Manzo, muy bueno para cicatrices, úlceras gástricas, Boldo para el hígado, Té de media noche que supongo no requiere de explicación, Valderiana para el nerviosismo, migraña e insomnio.

Té de manzanilla, hierbabuena…pero, no vi por ningún lado el remedio para calmar el malestar que se siente cuando ni siquiera recibes una llamada para decir – “Gusto en conocerte”.

Tampoco está el mejor alivio para callar las dudas que invaden de vez en cuando al dejar caer la cabeza a la almohada.

Y por ningún lado había té para evitar la humillación.

El otro día, dije en voz alta y con mucho orgullo que ya sabía hacer caldo de pollo. Soltaron la carcajada y me sentí humillada, estaba en una mesa llena de mujeres, y aunque jóvenes -mucho más joven que yo- eran ya señoras con un promedio de 2.5 chamacos. Supongo que eso de hacer caldo de pollo era una papa para ellas. Una de ellas, con el .5 en sus brazos dijo – “Qué chistosa, jajaja”. Sonreí muy a fuerzas y prendí un cigarro frente al bodoque. La mamá me peló los ojos y me dijo indignada: -“El cigarro nos hace daño”.
A lo que respondí, volteando a la ventana con un aire de indiferencia: -“Tómate un té”.

Dudo mucho que sea la única en Tijuana que no sabe hacer caldo de pollo, además esta rico. Mucho mejor que la olla de cilantro que pudiera hacer la joven doña.

Y esta receta lleva curry, que cuando se está haciendo llena la cocina con un olor riquísimo. En especial si es un día nublado, el calor de la cocina te ayuda a mejorar tu ánimo. La lata es cortar en cuadritos la zanahoria, el apio y la cebolla. Ash! La cebolla! Lloraba y lloraba, después de un rato no sabía si lloraba por la cebolla o por mis penas.

La receta la tome del blog de Chez Pim y en sus fotos toda la verdura se veía perfectamente cortada, todo del mismo tamaño. Yo no tengo esa habilidad, pero igual me supo rico, muy bueno. Ya que agarré mas confianza le agregué fideos, y quedo todavía mejor.

Excelente para estar acurrucada en cama viendo episodios viejos de I Love Lucy en la tele, esperando que llegue mi amante francés. Oui.

Caldo de Pollo
(Tomado del blog Chez Pim)

Ingredientes
1 4-5lbs pollo entero
1 cebolla blanca grande o 2 chicas, picada
3 apios, picados
2 zanahorias, picadas
2 cucharads de aceite de oliva o de mantequilla
1 cucharadita de curry en polvo
sal y pimienta al gusto
agua

Preparación
Se calienta el aceite o mantequilla en una cazuela lo suficientemente grande para el pollo entero, yo prefiero usar fajitas de pollo.

Se agrega la cebolla y se deja hasta que este traslúcida y un poco café y caramelizada.

Se agrega el apio y las zanahorias hasta que las zanahorias estén un poco suavecitas.

Se agrega la cucharadita de curry (a veces le pongo 2) y se guisa por 1 minuto, se revuelve para que no se queme y no se pegue a la cazuela. El pollo se agrega, si es entero se coloca con la pechuga hacia arriba. Se llena la cazuela con suficiente agua para cubrir el pollo. Se cierra la tapa de la cazuela hasta llegar a hervir. Después se quita la tapa y con una cuchara se le quita la espuma que se forma arriba, se vuelve a tapar. No cierres la cazuela por completo, déjala un poco ladeado para ventilar.

Se deja cocinando por 1 hora. Después de la hora, el pollo ya debe estar listo. Se saca de la olla y se coloca en un plato grande. Se separa el pollo de los huesos. Se apartan los huesos y se depositan en un colador grande y se coloca dentro de la olla de nuevo. Esto es porque es más fácil de sacar los huesos de la sopa ya que se le extrajo el sabor.

Se cocina a fuego lento por una media hora más. El pollo se corta en pedacitos y se sazona con sal y pimienta al gusto. Después de la media hora se saca el colador con los huesos del caldo y se tiran, ya que se les sacó todo el sabor ya no sirven.

Se regresa el pollo sazonado y en pedacitos a la olla y se vuelve a calentar a fuego lento. Ya calientito de nuevo se apaga la lumbre y se sirve. ¡Listo!



jueves, 17 de marzo de 2011

A mí también me choca el 14 de febrero

Tartaletas de Chocolate, a una
se me paso la mano de chocolate.
Qué bueno que el mes del amor ya llegó a su fin, de hecho ya estamos en medio de marzo pero aún llevo las cicatrices de febrero. Moría por gozar mi amargura, volver a mi vocabulario salpicado de sarcasmo. Ignorarte y decirte que “ni me vas, ni me vienes”.

Mi 14 de febrero no inició con la suerte que deseaba. Una amiga me había dicho la noche anterior con respecto a la belleza y este…demás cosas, “Te la tienes que creer”. ´pos ay voy en el carro rumbo a playas de Tijuana con mi nueva actitud y lo primero que pasa es que el chofer del camión de la comisión de gas, me avienta un beso. Eso no era a lo que le tiraba, pero bueno se agradece.

No puedo ser cursi, no puedo estar distribuyendo chocolates de corazón a mis compañeros, para empezar, me los como todos antes de que llegue la mañana.

Una vez en la primaria para el 14 de febrero se tenía que repartir tarjetas a todos los del salón, me emocioné como siempre y como siempre me equivoqué. A todos los sobres le puse mi nombre, tenía siete años, no sabía qué onda y asumí que como eran mis tarjetas a regalar….ni cuenta me di, estaba súper emocionada cuando recibía y recibía tarjetas de San Valentín, uff! ¡Qué popular soy! ¡Capaz que uno de estos niños me ama! Pero nunca falta la “bitch” del salón que habla con una libertad, una autoridad y expresa su opinión que NADIE le pide.

-“Se las regaló ella misma. Profe, profe, se las regaló ella misma”
Y luego voltio con sus amiguitas y les dijo, ¡sin bajar la voz eh!  -“Es porque no tiene amigos”.

Tal vez ese fue el inicio de mi larga y fructífera carrera de ser “la perra”.

Tuve mis momentos de debilidad, no crean que no. Una navidad yo levanté la mano para ser un ángel en la pastorela. Mi papá tuvo la maravillosa idea de hacer las alas de cartón y papel china. El papel china cubría el cartón en tiras para simular las plumas de las alas. Yo no lo cuestioné ¿quién se iba imaginar que eso no era aceptable? Hasta que llego al salón vestida de ángel con mis alas de piñata. Un chamaco le tiró un manotazo a mis alas y preguntó que si tenía dulces.

Es mejor no participar, es mejor no querer ser parte de las festividades, luego te señalan y se ríen porque se te cayó la falda en el jarabe tapatío.

Igual tuve otro momento de debilidad y de nuevo me llegó lo cursi. Me lancé con la receta de Tartaletas de Chocolate, oh la la. Fue más fácil de lo que creía, claro la primera vez fue con el chef Neil de Festén Gastronómico. Pero con un poquito de paciencia con la masa todo sale bien. Nadie se ríe de ti. Tranquila.

Para la masa se pasa poco a poco entre las manos como arena, hasta que se va incorporando todos los ingredientes, que son pocos, es una masa muy sencilla es la que le llaman “Pate Sucree”. Oh lala.
Sigan leyendo.


Receta
Tartaletas de chocolate

Ingredientes
100 grs. de harina tamizada (se pasa por el colador)
15 grs. de azúcar granulada
50 grs. de mantequilla
1 huevo
Pizca de sal

Modo de preparar
Para las tartaletas
En un bol agregar la harina, el azúcar y la sal, después la mantequilla en cubos pequeños, empezar a hacer el corte en masa –recordar lo de las manos- hasta que se incorporen por completo, por último agregar el huevo y amasar. Hornear a 180°C (375°F) durante 15 minutos.
*Ojo: No trabajar mucho esta masa porque no tendremos el mismo resultado.


Para el relleno de chocolate
Ingredientes
1 taza de chocolate obscuro (el mejor chocolate es aquel que tiene un 60% a 70% de cocoa)
½ taza de crema

Modo de preparar
Poner a calentar en la estufa el chocolate junto con la crema y mezclar.

Después hacer un cucurucho y poner un poco de ganache dentro para llenar las tartaletas. Se reserva el resto en el congelador mientras rellenas las primeras tartaletas.

El cucurucho me saco de onda, pero resulta que es un cono. Puedes usar uno profesional de repostería con su tapitas que dan un patrón muy lindo al chocolate o puedes usar una bolsa de plástico resistente y cortarle un poco a una de las esquinas y ya.

Colocas una rebanada de fresa como adorno.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Cantidad suficiente

Pesto
Hay una razón muy específica por lo cual me gusta hornear, si me encanta el pan, el chocolate y si combinas los dos, sale un pastel delicioso y estoy en la gloria. Pero la razón por la cual me gusta hacer pasteles y galletas es porque las porciones son muy exactas, no hay pierde. Eso del sazón a mi no se me da…la Nana con sus puños de esto y aviéntale al sartén un poco de aquello no, no, no. ¿Cuántas cucharadas?, ¿cuántos gramos?, ¿Horas? ¿Minutos?

Necesito orden, necesito que se hable claro, de nada me sirve el ya veremos. Necesito cantidades exactas en las recetas. A mí dime donde empieza y cuando termina.

Así que cuando una receta dice “Cantidad suficiente” no me ayuda. Para empezar no soy muy lista, soy insegura e ignorante. En mi vida personal, con mis amistades, estoy entre una argentina y una nipona, sé muy bien cuál es mi lugar.

La “Cantidad suficiente” trae mi autoestima por el suelo. La receta era para un Pesto y todos los ingredientes llevaban esta frase al final. La primera vez que la hice fue fácil, fue en Festén Gastronómico, donde tomé un curso de canapés, a mí lado estaba el Chef Neil. No problema.

-“el Pesto debe quedar como pasta y aceitoso” me decía Chef, perfecto.

La segunda vez que la hice fue más complicado, ahí estoy con el procesador viendo si la consistencia esta como pasta y lo primero que me viene a la mente es espagueti. Con el aceite de oliva está difícil tantear cuanto.

Ya para la tercera quedó mejor, me gustaría ser como el personaje de “El Perfume”, tener una memoria increíble para –en este caso- los sabores y poder reconocer que es, que le falta. O simplemente tener dominio sobre algo en mi vida. Algo más que el sarcasmo y la habilidad para destruir la alegría de cualquier persona sentada frente a mí.

Un momento por favor estoy llorando. Ya paso, ya paso.

¡Ya sé! Hago una muy buena galleta de avena, la gente hace fila por mis galletas. Si esta frase fuera en inglés tuviera otro sentido.

Pesto

Ingredientes
Perejil - cantidad suficiente
Almendra -cantidad suficiente
Aceite de oliva -cantidad suficiente
Albahaca hidratada -cantidad suficiente
Vino blanco
2 tomates sin semilla deshidratados
Pimienta al gusto
Ajo molido si es necesario
Queso parmesano para adornar

Procedimiento
Hidratar la albahaca con un poco de vino blanco. Colocar los tomates sin semilla a fuego lento en el horno por 1hr y media.

Poner todos los ingredientes dentro del procesador de alimentos, el aceite de oliva se vacía de chorro mientras se están procesando los ingredientes y sazonar con sal y pimienta. Se agrega un poco de ajo molido en polvo si se requiere.

Debe quedar pastoso y aceitoso.

Crostini: cortar el pan baguette en rodajas delgadas y meter a hornear con un poco de aceite y ajo, hasta dorar a 350 grados.

El queso parmasano se corta con un pela papas para hacer laminas.

Se unta el Pesto en el crostino encima se coloca un pedazo de tomate deshidratado y una lámina de queso parmesano.

lunes, 24 de enero de 2011

Invierno/verano/invierno


Botana "Pantomata".

El calendario me indica que es Enero pero el clima me dice que es Junio. Por lo visto ya estamos en verano, saqué las chanclas y me fui al mercado.

Compré:
1 Melón chino
2 tomates 
Jamón serrano – 30grs.
1 baguette
Aceite de oliva
Un 6 de Cerveza oscura

Con un fin de semana como el que acaba de pasar ¿quién quiere comer en forma? por unas horas me imagino de vacaciones tirada en el pasto con mi estómago contento. El sol en mi cara, ni me asusta el hecho de que el lunes es ya la última semana de enero y el año nuevo ya casi es un recuerdo lejano.

Esta botana me la enseñaron en mi curso de canapés que tomé en Festén, ahora, yo era media naca. Hay gente que no le gusta esa expresión –mi paladar era limitado. Y combinar melón con jamón serrano era no no no no. Ya ni porque los españoles lo han servido así por años y años. Pero estaba en mi curso y el chef me invitaban a probar y no me quise ver na….no sofisticada. Mi cara se alumbró con la combinación de sabores, lo dulce del melón con su textura suave y lo salado del jamón serrano con lo crujiente del panecito. La salsita del tomate que se hace con la pulpa y aceite de oliva eso lo amarra compañeros, con eso ya está completa la pequeña obra de arte.

Antes de que haga frio otra vez, vayan al mercado y hagan esta botana. Serán felices por una horas hasta que despierten a su realidad y se den cuenta que no son vacaciones, como tan cruelmente les engaña este clima.


Pantomata
Ingredientes
1 Melón chino
2 tomates
Jamón serrano – 30grs.
1 baguette
Aceite de oliva

Para el crostini
Se corta el baguette en rebanadas delgadas se unta un poco de aceite y se mete al horno por 5 a 10 minutos a 300F

Para salsa de tomate
Se parten en dos los tomates y cada mitad se pasa por un rayador sacando el jugo de la pulpa. Cada mitad de tomate, se pasa por el rayador como si fuera queso, es como estar rayando queso. Se sazona con sal y pimiento y unos 15 ml de aceite de olivo. (Lo del aceite de oliva es más que nada como dicen: cantidad suficiente. Tienen que estar probando para ver si ya está listo)
Y siempre sobra salsa de tomate...para volver a comer al día siguiente.

Se corta el melón en rebanadas delgadas planas.

Para armar-construir, etc., la botana se coloca la rebanada de melón arriba del crostini. Se sirven 2 o 3 cucharadas de la salsa de tomate encima del melón y arriba de este, el Jamón Serrano. Se decora con tomillo.

¡Listo! Sacan la cerveza del refrigerador, por supuesto que también con vino tinto sabe rico, como lo prefieran.

sábado, 15 de enero de 2011

Tilda Swinton is a god

 
Sopa Minestrone y I am Love
 
La vida es una serie de etapas, uno nace, crece, muere. En el inter hay momentos tan increíbles, tan espectaculares que inspiran grandes novelas. A veces, uno que otro insípido blog.

Lo que más impacto ha tenido en mi vida, es el sentido de humor de los dioses. Ese humor negro, sarcástico, del cual por lo general, soy una admiradora y fiel seguidora. Pero cuando uno es la victima de esos arranques que los dioses/la vida/el universo le lanza a uno directo a donde duele, pos ya no le veo mucho el chiste.

A lo que voy en específico es al momento de la vida en que uno…se convierte…en…su propia madre.

El otro día me despedí del barista del café de la cuadra con un –“Nos vemos mañana si Dios quiere”.

-Si Dios quiere
-Con el favor de Dios
-Primeramente Dios

Todas esas frases que mi Nana decía, sus amigas las Doñas que llegaban a la casa después de comprar las tortillas. Sentadas en la mesa con el mantel floreado de plástico que ahora es muy chic (eso le causara mucha risa a mi nana) contando lo más relevante de su día.

-“Mañana paso y te dejo la hierbabuena para el té”
-“Primeramente Dios” –rápidamente contestaba mi nana como talismán. Cruz cruz que se vaya el diablo y venga Jesús.

Después mi Mamá con su “Qué Dios te acompañe”, o si le pedía que confirmara una salida o una compra muy importante para mí, contestaba su clásico “Con el favor de Dios”. Lo cuál a mí inmediatamente me hacía dudar si realmente me iba comprar la chamarra que de segura cambiaría mi vida. “Con el favor de Dios” significaba -"A la mejor pero lo más seguro es que no".

Y ahora soy yo la que usa esas frases, ¿a qué hora paso esto? Ni cuenta me di cuando mis ademanes y expresiones eran ya una copia de mi mamá. Lo único que falta es que ya empiece con la respiración quejumbrosa, acompañada con ese sonido de garganta que hace mi papá cuando ve la tele.

Hoy noté otro cambio en actitud: estoy entusiasmada con la idea de estar encerrada en mi depa. ¿Cuándo? Es domingo por la tarde y no ha dejado de llover en 3 días. El frío me obliga a estar en cama y le “doy gracias a Dios” por el calentón eléctrico que llegó a mi vida.

Después de pasar la mañana con té negro y pan tostado, ahora quiero comer algo más sustancioso. Un minestrone, sopa…supongo que también es otra señal de vejez.

La primera receta que hice resulto un fracaso, de una lata sabe mejor. Pero la segunda receta que encontré fue todo un éxito. Esta sopa es espesa con Alcega y repollo cortado en tiras que le da una textura un tanto crujiente y un sabor fuerte pero sin tomar posesión del caldo.
El apio llena el depa con un aroma increíble, afuera llueve pero aquí adentro todo esta rico y seguro.

Cuando las recetas indican que la preparación es de 30 minutos es una mentira. En la picada y lavada y me llevo casi una hora y aún no prendo la estufa. Ni voy a empezar con mi trauma de la estufa, para acercarme a ella me tengo que llenar de valor, pero la sopa lo vale. La cebolla morada es otro estrés, una agonía y una lloradera cada vez que tengo que picar finamente una cebolla. Mis lindos ojos no se acostumbran al zumo.

Cuando por fin está listo el minestrone me vuelvo a meter a la cama con la película I am Love (Io sono l'amore) y vuelvo a nacer. Gracias a Tilda Swinton ya no me siento viejita, tengo el corazón pesado, lista para romper en llanto y ni siquiera estoy cortando cebolla. Yo quiero un Antonio, un chef joven que me prepare camarones que te transporten a otro mundo.

La tarde se convierte en uno de esos momentos de la vida que inspiran novelas y uno que otro blog.

Minestrone
Receta de The River Cafe.

Ingredientes
2 cucharadas de aceite de oliva
2 zanahorias medianas peladas y cortadas
1 cebolla morada picada
Un manojo de apio cortado
1 cabeza de ajo (aunque aquí no me animé a tanto, solo lo deje en 4 dientes de ajo)
1 kilo de acelga en pedazos –se separa el tallo de las hojas
Un manojo de perejil finamente picado
Una lata de 400 gramos de tomate entero y pelado, se le elimina la mayoría del jugo
1 kilo de repollo cortado en tiras
Una lata de 410 gramos de alubias -se escurren y lavan antes de usar
700 ml de caldo de pollo hirviendo
Tomillo al gusto
Queso parmesano rallado para servir

Modo de preparar

Calienta el aceite de olivo en una olla grande y lentamente se fríen las zanahorias, cebolla y apio hasta que este blando y un poco oscuro. Cómo unos 20 minutos. Se agrega el ajo, el tallo de la acelga y la mitad del perejil y se revuelve con frecuencia para que no se pegue a la olla. Se agregan los tomates y se cocina por unos 10 minutos.

Se incorpora la mitad de las hojas de acelga, la mitad del repollo y ¾ de la lata de alubias y también el caldo de pollo hirviendo. Llevar a ebullición y después se hervir a fuego lento por 30 minutos. Si es necesario se agrega más caldo de pollo pero esta sopa debe estar espesa.

Agrega lo que resta de la acelga y el repollo y dejar un ratito hasta blanquear, debe permanecer crujiente. Sazonar al gusto ya que se empiece a enfriar un poco.

Lo que resta de las alubias, licuar con un poco de caldo del minestroni y agregar a la sopa. Se revuelve el tomillo y la otra mitad del perejil. Se sirve caliente con parmesano rallado y un chorrito de aceite de olivo.

martes, 4 de enero de 2011

La Piñata y el Rey


Galletas de Chocolate

Después de la tibia respuesta que tuve a mi primer blog en más de un año, tuve que meditar largo tiempo sobre el futuro del Fideo, seguiré adelante, a pesar de contar con la apatía y a la vez la presión de una que otra persona por ahí que dice que necesito alimentar el blog varias veces por semana. No estoy de acuerdo pero bueno, ¿no saben cuánto tardo en escribir esto? ¡Son tres días para producir un párrafo tal vez dos!
Continuamos.

Si paso un plumón fosforescente por los sucesos del 2010, dos incidentes resaltan de inmediato: uno es bueno y el otro no.

Primero el bueno.
Este mini episodio en mi vida se lo dedico a todas aquellas amigas que nunca fueron La Barbie del salón. La moda pasaba por encima de uno por obvias razones, lo más que nos quedaba era la diadema o los aretes.

Este momento se lo dedico a todas aquellas amigas que de reojo veíamos al fulano y ahhhh. Por supuesto el fulano nunca nos veía a nosotras. Tal fulano era Pancho, era el Rey de la Prepa, Uff! El y sus amigos -todos iguales o más guapos que él- cruzaban la plaza cívica con la nariz en el aire, caminaban como si tuvieran su propia música de fondo. A un ritmo hecho especialmente para ellos, eran el estereotipo clásico de las películas de John Hughes. Eran en efecto el Ken de La Barbie del salón. Claro que Pancho me torció varias veces observándolo y aunque no me mataba el hombre si me era casi imposible dejar de verlo.

Una de esas tardes a la salida de la escuela, él y sus compas pasaron frente a mí en su Jetta, -porque por supuesto tenían que manejar el carro de moda- unos pasos más adelante se detuvo el carro y abrieron la puerta. Ahora yo, digamos, soy super despistada, y yo, digamos, nunca se me ocurre que es para mí la pedrada o la insinuación, nunca se me ocurre, así que nunca respondo. Pero los compas tuvieron la paciencia para darle tiempo al pez para que pique y después de unos minutos me acerqué al carro y en eso que le aceleran los muy… si, tenían mucha clase.

Todo esto ya lo había olvidado, pero un buen día en la primavera del 2010 lo vi, a Pancho el Rey de la prepa. Con un chaleco rojo y un bordado que decía “Office Depot”, ¿yo? boca abierta. Tremenda alegría, casi bailo y canto en el pasillo, estaba a punto de tener esos momentos “híjole”, donde suelta uno la carcajada y se da un palmazo en el muslo.

Al salir de la tienda pude ver su foto en la placa de “Empleado del mes”, el resto de sus compañeros difícilmente pasaban los 20 años. Felicidades Pancho, ¿yo? Con mi propio negocio, a veces tambalea pero es mío, es propio, envié algo al mundo creado por mí. Soy mi propia jefa.
Con dinero o sin dinero pero ahora YO soy el Rey.

Ahora lo malo
Por alguna razón fui invitada a una piñata. A mí -y ya se los he dicho- me encantan los niños con limón y sal. La mejor manera de describir esta fiesta es decirles que en cada mesa había un plato de plástico lleno de sabritones. Me sentaron en la mesa de los abuelos, han de ser mudos porque ni una palabra me dirigió la abuela, a pesar de mis simpáticos intentos de empezar una conversación. Esperé la llegada del taquero, oh decepción cuando vi que era birria, mi blusa blanca se sentía muy amenazada. Pos como no había plática le entré como en casa, la tortillitas recién hechas, la cebollita, el cilantro  finamente cortadito y la Pepsi estaba bien fría.

Llego la hora del pastel y a cada quien le tocó su platito, una rebanada miserable en mi opinión, yo quería más. En la mesa estaban los abuelos, nietos y yo, los chamacos se iban al brincolín llegaban corriendo se echaban la soda en un trago y corría otra vez al brincolín. ¿Qué niña va extrañar un pedazo de pastel? Si tienes la piñata, la bolsita de dulces y el brincolín. Además deja les digo que esta niña en particular, que se llamaba Estrellita, más bien parecía planeta. No necesita pastel.
Pues me robé la rebanada de pastel de la niña, ya sé, que bárbara blah blah blah, pero ¡yo quería más! estar en la mesa de los abuelos debe tener una recompensa. Además nadie se dio cuenta.

Lo malo que cuando uno No ama a los niños, los ignora, lo que significa que ni se ven cuando están en la mesa sentados frente a uno.

Llega Estrellita bofeada de la jugada -perdió todo el glamur esta niña- y lo primero que hace es preguntar ¿dónde está mi pastel? Es en ese momento su hermanito, un bastardo de 9 años me apunta y dice “Ella se lo comió”.

Silencio incómodo, todos me ven feo.
Pausa.
Estrellita se tira al suelo.

Receta
Galletas de chocolate o Cómo apaciguar a Estrellita
La primera vez que hice estás galletas fue un desastre, la segunda vez fue esta navidad, dejé la masa en el refrigerador unos tres días, dejé que endureciera la masa antes de hacer las bolitas y meterlas al horno.
Esta receta la adapté de la gran Martha Stewart, hasta la foto la hice igual que ella, sin mucho éxito. Las galletas son sencillas y sin mucho chiste pero con un vaso de leche frío mmm todas las penas se olvidan.


Ingredientes

2 tazas más 2 cucharadas de harina blanca

¾ de taza de cocoa

1 cucharadita de bicarbonato

½ cucharadita de sal de mesa

10 oz ó 2 y ½ barras de mantequilla a temperatura ambiente

2 tazas de azúcar granulada

2 huevos

2 cucharaditas de extracto de vainilla



Modo de preparar

Se pasa la harina, cocoa, bicarbonato y sal por un colador y se mezcla en un bol. Se deja a un lado.

Con una batidora eléctrica se mezcla la mantequilla y la azúcar en una velocidad mediana hasta que la mezcla se vea clara y espumosa, como 2 minutos. Se agregan los huevos, vainilla y se bate para mezclar bien. La velocidad se reduce a lento y poco a poco se va agregando la mezcla de cocoa y harina. Ya que se haya incorporado la mezcla seca con la mantequilla, azúcar etc. Se forma la masa en un disco plano, se envuelve en plástico y se mete al refrigerador hasta que esté firme la masa. Mínimo 1 hora.

Se prende el horno a 350°. Se unta de mantequilla la charola para hornear. Se forman bolitas de 1 cucharada generosa aproximadamente. Se colocan en la charola a 1 pulgada y media de distancia, esto es importante porque al estar horneando se expanden y no queremos que se peguen.

Se dejan en el horno unos 10 o 12 minutos, rotando la charola a mediados del proceso. Después que se haya sacado del horno la charola se deja unos 5 minutos antes de pasar las galletas a enfriar a una rejilla de metal.

Es todo, se van por su vaso de leche y ¡listo!