sábado, 15 de enero de 2011

Tilda Swinton is a god

 
Sopa Minestrone y I am Love
 
La vida es una serie de etapas, uno nace, crece, muere. En el inter hay momentos tan increíbles, tan espectaculares que inspiran grandes novelas. A veces, uno que otro insípido blog.

Lo que más impacto ha tenido en mi vida, es el sentido de humor de los dioses. Ese humor negro, sarcástico, del cual por lo general, soy una admiradora y fiel seguidora. Pero cuando uno es la victima de esos arranques que los dioses/la vida/el universo le lanza a uno directo a donde duele, pos ya no le veo mucho el chiste.

A lo que voy en específico es al momento de la vida en que uno…se convierte…en…su propia madre.

El otro día me despedí del barista del café de la cuadra con un –“Nos vemos mañana si Dios quiere”.

-Si Dios quiere
-Con el favor de Dios
-Primeramente Dios

Todas esas frases que mi Nana decía, sus amigas las Doñas que llegaban a la casa después de comprar las tortillas. Sentadas en la mesa con el mantel floreado de plástico que ahora es muy chic (eso le causara mucha risa a mi nana) contando lo más relevante de su día.

-“Mañana paso y te dejo la hierbabuena para el té”
-“Primeramente Dios” –rápidamente contestaba mi nana como talismán. Cruz cruz que se vaya el diablo y venga Jesús.

Después mi Mamá con su “Qué Dios te acompañe”, o si le pedía que confirmara una salida o una compra muy importante para mí, contestaba su clásico “Con el favor de Dios”. Lo cuál a mí inmediatamente me hacía dudar si realmente me iba comprar la chamarra que de segura cambiaría mi vida. “Con el favor de Dios” significaba -"A la mejor pero lo más seguro es que no".

Y ahora soy yo la que usa esas frases, ¿a qué hora paso esto? Ni cuenta me di cuando mis ademanes y expresiones eran ya una copia de mi mamá. Lo único que falta es que ya empiece con la respiración quejumbrosa, acompañada con ese sonido de garganta que hace mi papá cuando ve la tele.

Hoy noté otro cambio en actitud: estoy entusiasmada con la idea de estar encerrada en mi depa. ¿Cuándo? Es domingo por la tarde y no ha dejado de llover en 3 días. El frío me obliga a estar en cama y le “doy gracias a Dios” por el calentón eléctrico que llegó a mi vida.

Después de pasar la mañana con té negro y pan tostado, ahora quiero comer algo más sustancioso. Un minestrone, sopa…supongo que también es otra señal de vejez.

La primera receta que hice resulto un fracaso, de una lata sabe mejor. Pero la segunda receta que encontré fue todo un éxito. Esta sopa es espesa con Alcega y repollo cortado en tiras que le da una textura un tanto crujiente y un sabor fuerte pero sin tomar posesión del caldo.
El apio llena el depa con un aroma increíble, afuera llueve pero aquí adentro todo esta rico y seguro.

Cuando las recetas indican que la preparación es de 30 minutos es una mentira. En la picada y lavada y me llevo casi una hora y aún no prendo la estufa. Ni voy a empezar con mi trauma de la estufa, para acercarme a ella me tengo que llenar de valor, pero la sopa lo vale. La cebolla morada es otro estrés, una agonía y una lloradera cada vez que tengo que picar finamente una cebolla. Mis lindos ojos no se acostumbran al zumo.

Cuando por fin está listo el minestrone me vuelvo a meter a la cama con la película I am Love (Io sono l'amore) y vuelvo a nacer. Gracias a Tilda Swinton ya no me siento viejita, tengo el corazón pesado, lista para romper en llanto y ni siquiera estoy cortando cebolla. Yo quiero un Antonio, un chef joven que me prepare camarones que te transporten a otro mundo.

La tarde se convierte en uno de esos momentos de la vida que inspiran novelas y uno que otro blog.

Minestrone
Receta de The River Cafe.

Ingredientes
2 cucharadas de aceite de oliva
2 zanahorias medianas peladas y cortadas
1 cebolla morada picada
Un manojo de apio cortado
1 cabeza de ajo (aunque aquí no me animé a tanto, solo lo deje en 4 dientes de ajo)
1 kilo de acelga en pedazos –se separa el tallo de las hojas
Un manojo de perejil finamente picado
Una lata de 400 gramos de tomate entero y pelado, se le elimina la mayoría del jugo
1 kilo de repollo cortado en tiras
Una lata de 410 gramos de alubias -se escurren y lavan antes de usar
700 ml de caldo de pollo hirviendo
Tomillo al gusto
Queso parmesano rallado para servir

Modo de preparar

Calienta el aceite de olivo en una olla grande y lentamente se fríen las zanahorias, cebolla y apio hasta que este blando y un poco oscuro. Cómo unos 20 minutos. Se agrega el ajo, el tallo de la acelga y la mitad del perejil y se revuelve con frecuencia para que no se pegue a la olla. Se agregan los tomates y se cocina por unos 10 minutos.

Se incorpora la mitad de las hojas de acelga, la mitad del repollo y ¾ de la lata de alubias y también el caldo de pollo hirviendo. Llevar a ebullición y después se hervir a fuego lento por 30 minutos. Si es necesario se agrega más caldo de pollo pero esta sopa debe estar espesa.

Agrega lo que resta de la acelga y el repollo y dejar un ratito hasta blanquear, debe permanecer crujiente. Sazonar al gusto ya que se empiece a enfriar un poco.

Lo que resta de las alubias, licuar con un poco de caldo del minestroni y agregar a la sopa. Se revuelve el tomillo y la otra mitad del perejil. Se sirve caliente con parmesano rallado y un chorrito de aceite de olivo.

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